Me estaba tomando unos vinos con mis usuales amigas, vino de tres mil con pulga incluida me suena a Colombiano. Mis usuales amigas, como me gustaría escribir de ellas, cada una tan particular y hermosa a su manera, cada una tan loca y centrada, no sé, son todas una mezcla bien interesante. Hablábamos del oro negro, no sé ni porqué, quizá porque Juana es de las que empieza a hablar de algo y cuando termina no dijo mucho, pero en el proceso de la conversación el tema se hace muy interesante, a mi no me interesan mucho los finales de ella, me gustan los principios, cuando empieza a analizar consecuentemente los temas, luego se le olvida y termina contando algo diferente, pero el proceso, es lo bonito.
Sandra contaba de sus insolitos encuentros con el mundo de lo economico en un campo de atajismo voraz, yo solo escuchaba como pocas veces suelo hacerlo, pero esta vez encontrè en la conversaciòn no sè si por los vinos un matiz intelectual que me hace sentir pasión por lo que hago, así lo que yo haga lo hagan muchos otros que se caguen el arte. La política no es solo mierda como decìa sandra, para mì es un poco màs que eso, es un arte y me dedicarè a explicar porquè. Arte es hacer de lo cotidiano algo unico y hermoso, cosa que no hacen los muerganos estos que juegan a la política, arte para mi es aquello que se a la vista y los sentidos se hace exquisito. Como me gustaria que alguno de esos artisitas del siglo XVIII caminara por el congreso lleno de ratas insensatas cuida sillas. Digo ratas insensatas porque eso son los muy hijos de puta. Odio el juego que jugamos todos los que nos atrevemos a seguir este modelo dizque neoliberal. Hoy tuve una maldita discusión más, esta vez con el hombre que me enseñó lo que hay en este país y me mostró que los seres humanos adquirimos coraje cuando nos enfrentamos a la podredumbre del mundo. La conversación giraba al rededor de un tema, nuestro glorioso y nunca triunfante partido. Partido de hipocritas que juegan a hacer discursos y confundir los ideales, todos con un puñado de mentiras en sus labios, con sonrisas y abrazos, como iba yo a querer meterme en ese mierdero? y por juzgar la acción de esos hijos de puta me he metido en una vaca loca como dirían mis amigas, porque ahora juzgo con el dedo y no voto. Me he vuelto parte del montón, lo sé, pero que incentivos tiene un lider en un partido de estupidos que ni hablar pueden?
