domingo, 27 de febrero de 2011

granizo dominguero....

Cuando por fin todo parecía de otro color, azotó una tarde de granizo mi tranquilidad. De repente las nubes enceguecidas de ira me impulsaron a rodar por el risco de la montaña y supe entonces que la vida me había dado otra lección, de esas que uno no sabe a donde dirigirse ni que camino es mejor, al fin y al cabo siempre lo he dicho, la naturaleza es implacable.

Nueve minutos después de la hecatombe, me levanté como cualquier victima y corrí hasta que el aire no circulaba hasta mis pulmones. Ella me dijo que yo era una mentira, después entendí a que se refería, sí, yo había engañado, la naturaleza de mi humanidad no me permitía el desapego, no como ella hubiera querido, y si entonces me hubiera ido, ella no habría sabido lo que era una tarde de caricias y de puro amor, no era nada fácil salirme aquél episodio. Sin embargo levantarse siempre es un paso necesario, y más aún cuando ha sido el cielo el que te ha golpeado desde su omnipotencia. Caminando, entendí también que era muy sencillo renunciar a todo y volver a empezar, tan sencillo como podía ser caminar sin rumbo o despegar sin alas, yo sabía que no estaba lejos, y que después de esas dolorosas como decía Juanito, venían las gozosas,ya ni el gozo me impulsaba, pensé para mis adentros. Porque la curiosidad se había vuelto una magnifica manera de encontrar problemas y de volver a lo mismo, a esa maldita ansiedad de no saber si se es bueno o malo, si se está equivocando o se están tomando las decisiones correctas.

Cuando creí dejar la torrencial lluvia de esa tarde dominguera con lagunas crecidas y ríos de agua entre los canales de la vida, comprendí entonces que apenas estaba empezando un huracán.

Levanté la mirada hacía el horizonte perdido por la bruma y comprendí que no tenía idea del camino a seguir, qué no sabía por donde iba ni a que me iba a enfrentar, pero no me importaba morir en el intento ¿si vivir era eso, por qué tenía que quedarme refugiada debajo de un árbol que ya no me daba sombra ni me quitaba el frío?

lunes, 21 de febrero de 2011

mi enemigo, el otro.

Despiertas y te preguntas si la mascara que te pusiste te queda con la ropa. Hoy pensaba que deberíamos de-construirlo todo,volver a esa esencia animal, sin compromisos ni retórica, sin prevenciones ni supuestos. El otro se me ha vuelto un enemigo, no sé que pasa, tal vez este mundo de discursos y otredades nos quedó grande. ¿Para qué sirve hacerse llamar científico en un mundo de maleabilidad y conflicto en donde el que te habla se impone, porque a cada uno le metieron mierda diferente?.

De qué sirve querer hacer las cosas diferentes si todos hacemos lo mismo con el mismo propósito?. Al final eso es una excusa, como el lenguaje o la ortografía, unos imponiéndose ante los otros. Y en medio de todo el amor, esa llama que se enciende cuando ves unos ojos que te buscan desmesuradamente entre los corredores de un "lobby" cualquiera, o unas piernas que se entrecruzan ante tu silenciosa mirada. ¿Cómo puedo yo pensar que el otro es mi enemigo sí a ese otro quisiera hacerle el amor hasta perder la consciencia y volverme el animal que siempre sueño que soy en las noches de abrumador cansancio?

Aveces te odio porque me amas mucho, y pienso que no soy digna de lo que sientes, también te odio porque me haces la vida tan fácil que solo me dan ganas de llorar. Y te odio porque me das desayunos que me gustan y me hacen engordar. qué estúpida soy, qué sentimientos tan profundos, qué locura encontrarte tan perfecta y pensar que te he de dejar ir. qué insensatez, qué maldito mundo!

Y entonces llegan estas tardes en las que no sé nada, porque todo ya se ha dicho y me pregunto si de ti alguien ha escrito, tu que lo tienes todo en la exacta medida, esa capacidad para encontrarte con un dolor inmenso y sacarlo de una manera tan pura y silenciosa. Esa coquetería que revela tu triste pasado, el que se construyó contigo y que ahora me pertenece. ¿Qué importa que no seamos la pareja ideal y que tu estatura se sobreponga ante mi cotidianidad, o que tus pelos me impidan verte sexy porque tengo una maldita manía por querer quitarlo todo del lugar en el que debe estar?. ¡qué importa que mi locura te abrume hasta preguntarte si en realidad has entendido algo de este cuerpo que solo sabe quejarse del mundo!.

Que importa que empiece escribiendo algo y termine diciendo otra cosa si lo que empecé escribiendo era solo una excusa para terminar diciendo lo que al final nadie comprendió que quise decir, y que importa que mi estúpida humanidad me vaya a confinar a la soledad mientras una persona como tu podría haberme hecho feliz, pero todo eso fue solo producto de un "podría pasar" porque yo en realidad no busco la felicidad solo porque nunca he sabido ser feliz.