lunes, 5 de septiembre de 2011

Sept 11

Hoy me valgo de la imagen de niña descarada, y me escondo en la vergüenza de mi ser, aniquilo pensamientos que me hacen someterme, insisto sobre lo inaceptable y me comporto como un pequeño de brazos que busca afecto.. Cuando el silencio me aplaca, siento una tos pronunciarse en mi garganta, y mi cuerpo se hace vidrio frágil de mesa de centro….
La vida es un ir y venir de karmas, mientras ella te cuelga de un gancho, y tu te comes el arpón, sobre la laña de su piel se estira la desgracia. Me rindo ante las circunstancias, no he de mentirme una vez más ante lo que siento, y de nuevo lanzo la red escapando de tu indiferencia, como si quisieras aniquilarme de un bocado sostienes rostros infames que no explican nada, y me quedo entre la muchedumbre, expectante como desde el día que te vi por primera vez….
Hoy más que nunca te pienso, pienso en lo cruel de mis actos, en mi tajante sonrisa, falsas ilusiones que se asentaron sobre tu rostro, y estoy pagando mis penas, estoy sintiendo el escarnio, la maldita hipocresía.
La licensiosa personalidad de mi cuerpo, su perturbadora mirada, sé que tiene más retos que alcanzar. Te encontraré en cualquier rincón, sobre el camino, en un pedestal de rosas o entre los insoportables ires y venires de las grandes ciudades. Cómo si el exagerado sentimiento de reencuentro fuese a conmover mis sentidos, asiento sobre mis sueños unas vez más, y de nuevo la demencia me lleva al llanto, ¿qué escondes? tal vez llegarás una par de noches a mi cama como otras tantas y volverás a huir de mi apasionado sentimiento, tal vez esas tantas eras tu en otras versiones o quizá no existas y me quede esperando lo inesperable…
Ella es una sombra que me asfixia, y yo una recolectora de sueños que camina inocente, aunque peco de ser descarada y vagabunda, y aunque dicen de mi que soy promiscua y mentirosa, yo sé que soy una ilusión que se estira, un silencio que recoge sonrisas, una tarde de té y recuerdos, un libro de paginas rotas, un perfume que no expira de olor, una rosa que no marchita, quizá no soy nada de eso, o sí, soy lenguaje convertido en mujer, silencio hecho deseo, carne hecha cuerpo…. Los vocingleros me estorban, como me estorba tu insensatez, tu olvido…