sábado, 8 de mayo de 2010

Liquid, Love.

Parece ser que el dolor se ha resguardado en otro espacio, casi puedo oler su presencia.Me aislo, de esto, del sin sabor en la garganta, de la mente. No puedo creer que nos les guste "la electronica", es una sensación profana, pero, es precisamente ello lo que me impulsa a moverme, de un modo, diriase, cualquiera, mientras el mundo sigue su marcha irreversible, yo estoy acá, bajo el sonido de armoniosas y dominantes voces entre los rítmos eroticos de mis canciones. Ayer me hicieron esa pregunta, la misma de siempre con otras palabras, la que no me deja en paz, me veía ahí, respondiendo a los interrogantes del resto, sin preocuparme de mí, de la existencia, sin quitarme como dice "bebe" las telarañas del cuerpo. Poco a poco, bajo el silencio de mi tranquilo apartamento, entre la indecisión, les respondo.

¿De qué me hablan, cuando me dicen que algo es natural?, a ¿qué se refieren con la reproducción? Me pregunto de nuevo, ¿Cual es el proposito real, (el que no aparece inmerso en los discursos, el que anda "enrredado") de todo eso? hacía que construcción se instalan ellos?, ¡es esto, otro modo de sumisión!

Yo digo que los cuerpos son libres, la armonía, la encuentro en todas las formas sexuales, parecíeran cuerpos, hechos con diversos fines, como la mente. Siempre suena algo insensato, veo en todos esas caras de extrañeza.

Es un debate, el más irreconciliable que he tenido, tal como, la iglesía o la política, pero con un precedente más insolito, se trata de aquello, que ahí sí, en nuestra naturaleza se encuentra respondido.

jueves, 6 de mayo de 2010

...

El silencio, es una compañia aguda, como la calma un enemigo de doble filo.
La noche sin ti, es una ilusion, me resigno a perderte cada segundo que pasa.
Aveces lloro hasta vomitar, otras veces en cambio me quedo profunda. Es un infierno estar asi, como me dejaste, así como me encontraste.

La resignación,sublime,sensata, rendida, así se me pasan las horas. Ya no cuento los dias como antes, ni miro el reloj, ni presto atención al telefono.Han pasado un poco más de dos semanas, lo sé, porque el tiempo empieza a cobrarme las cuentas pendientes. Aquí en esta insensata discusión, bajo la premisa de la decisión, me consumo lentamente. He olvidado las rutinarias tardes de sonrisas, por el inclemente frío que penetra la ropa. Me parece verte en cada esquina, tu pelo, tus ojos, tu sonrisa, las gentes andan por ahí, yo camino, te siento, te toco, como un espejismo.

Te escribo, lloro miamor, y estas allá quiza sufriendo, a todo dar, buscas hipocritamente olvidarme, y yo, acá, sumida en mi desesperación, en el regazo de la muerte, volviendo a la asquerosa sensación de quien vive sin razones.
Malditos vacios que no encuentran espacios.

Recuerdo aquellas tardes de sonrisas, de cosquillas, de lagrimas de amor, las noches de bailes, miradas, coqueteos entre tu y yo, aquellos momentos que me hacían creer que eso era real, hoy son solo eso, recuerdos. Como cuando jurabas que no te irias de mi lado, que no me abandonarias, que estarias siempre ahí, que podía confiar en ti, y yo, ingenuamente, te creí.

La ansiedad me incita a la gula, el cabeza tiene una bomba en el centro, justo atrás de la nariz, ahí, un soplo ensordecedor no me permite la calma, me siento enferma, desganada, la presión arterial parece estar inestable, mi corazón late sin darme tregua, me quedo sin aire, sin respiración, me sigo cunsumiendo, aparecen de nuevo los pensamientos, el suicidio, ¡qué cosas pienso! Deambulo por mi apartamento, la luces cambian de colores, hay dolor en todo el cuerpo, el cuello está estresado, mi alma se retuerce, no puedo dormir, ella me sigue, mi compañía, cómo la amo, siente esto que yo siento, me cuida como nadie, y tú, ¿donde estas?

martes, 4 de mayo de 2010

La noche del vodka con Susanita!

¡hablando de sobrepeso!

Como olvidar aquella noche de extrañas sensaciones, ¡me emborrachó! Yo iba buscando a una tal maria josé de no sé donde carajos, con quien, por cierto, había chateado infinitas noches. La claroscura pretensión de encontrar el amor por internet se me había vuelto cosa de todos los días, y la famosa majito era la supuesta victima de mi proposito. Esa tarde le avisé mi llegada a bogotá, estaba con mi familia y me era complicado salirme de ese compromiso, pero mis ganas de verla no me dejaban opción, le dije que estaba sobre la zona de chapinero y me dijo, perfecto, mi mejor amiga vive ahí, me dió la dirección, era al lado del carulla de la cuarenta y siete, yo estaba a escasas cinco cuadras, que no caminé, corrí. En la puerta, el señor que celaba me avisó que la joven Susana me estaba esperando, así que sin temor alguno, entré, me abrió la puerta, era una mujer de pelo "mono" es decir, rubia, de unos setenta kilos, de sonrisa hermosa, pero un rostro poco atractivo para mi gusto, sin embargo, me atendió con mucha calurosidad, así que me sentí como en casa, me ofreció trago, el famoso vodka que tanto me trasntorna los sentidos, acepté pues vería a majito, le pregunté por ella y me dijo, llamala, eso hice sin respuesta alguna, ella me dijo, tranquila, majo aparecerá en la noche, eran mas o menos las 6 de la tarde, ya oscurecía, pero no me importó, pensé, una amiga más, y es vecina.

fueron llegando sus amigas, todos a mi juicio, feas, sin embargo, mujeres nobles de buen corazón, me sentía en casa, Susanita empezaba a dejarse llevar por el trago y a mi la angustia me carcomía la consciencia, la Majito desapareció, jamas volví a escuchar, despues de esa noche, su voz.

Pasadas las horas, pasados los tragos, empezamos Susana y yo a hablar de los amores, las noches y el sexo. Me contó que tenía una novia a la que amaba y yo solo hacía caras de alegría por ella, hablabamos también de aquellas escenas sexuales entre mujeres que son soñadas por todo el "gremio", poco a poco sus amigas se fueron alejando, en los cuartos del apartamento, para entonces, recuerdo que ella me dijo, te quiero mostrar una foto de mi ex novia, ella es actriz, muy conocida. Yo decidí ir, como quien ingenuamente quiere saber del personaje. al lado de las fotos, ella mostrandome su vida, el album quedó en el suelo, al lado del colchón, arremetió sobre mí y no recuerdo más que haberme despertado viendo un tatuaje en la espalda poco atractivo, con una jaqueca enorme y haberle dicho, ¿qué pasó acá?

La tarde del camarón

El era más allá de extraño, un hombre con ternura incesante. Recuerdo aquella tarde de camarones, las alergias no fueron un impedimento, tomé las pastillas rosadas que me traje de Estados Unidos, las de aquella tarde de langosta en el restaurante rodante. Sin lugar a dudas, el camarón y su tierna mirada, la mirada de quien busca afecto, emociones, orgasmos. Fueron los antecedentes de nuestro sexo. Sexo corto, fugaz, solo dos momentos que se incrustaron en mí memoría para siempre, unos besos mojados, un olor a limpieza, una historia que iba y venía, como las olas en el mar. La suerte de quien deja acabar los instantes y los aniquila en el viento. Así soy yo, no uso a las personas,solo quería tener ese recuerdo, pasar la página y desentrañarme de nuevo en el mismo momento para escribirlo.

Ahora mismo recuerdo, como su penetración y moviemiento circular se volvía un ritmo que no permitía más que perderse en el instante, uno o dos minutos, y yo qué amo el sexo con horas tantricas de aguante, habíamos hablado de la eyaculación, deciamos, el hombre debe guardarsela para sí, la mujer debe intentar hacer lo mismo, y todo concluyó en una eyaculación precoz aunque hubiese sido tan esperado por los dos.

Abriendo los ojos

Hace varios días no escribo, no sé si eso sea bueno o malo, quiza es una mixtura. Estaba recordando el gaban negro de aquel entonces, con las multiples tiras de colores llamativos que se empeñaban en enceguecer a los asistentes. Había un dramatico pero insesante escandalo de un lado del escenario, lo que venía, no era más, que un silbido fugaz que me hizo ver ese espacio, un recondito, humedo, y sucio lugar en donde se apilaban mis emociones. Lo recuerdo fríamente, era la soledad, en busqueda de un yo, ese que llora sin entender porqué.
Había perdido todo, los amigos, el amor, la familia, la reputación en la universidad, incluso, había perdido el dinero. Con los amigos fue algo, mas bien extraño. No fue una perdida como tal, siento que los alejé con esa intención, esperaba mucho de ellos, esperaba afecto sin mesura y cuidados intensivos a esa depresión que me carcomía sin entender como sacarla de mi cuerpo. Ellos esperaban de mí la misma diversión, el mismo frío humor, el cariño que ofrecía, y yo ya no era nada más eso. Cuando partió se llevó todo consigo.

En el caso de la familia, es diferente, mi hermanita de tan solo doce años, era la unica que me entendía sin entenderme, ella sabía que yo solo necesitaba su afecto y sin espera de respuestas me daba su amor, pero eso no ocurría con mi padre o mi hermana del medio, quienes, parecían estar decepcionados, amilanados por mi abrupto cambio de personalidad. Aunque mi padre suponía que era una estrategia más, él siempre pensando en estrategias, en mercados, en suplantaciones de identidad, en capitalismo puro. Con un alma tierna pero llena de prejuicios que no le permiten darlo todo, con un cariño frivolo y mucha exigencia. Aveces me abruma tanto, que le digo, es demasiada información. Como ayer, cuando ocurrió el robo, solo le hice la llamada, le conté del asunto, y me dijo, hay que ir a la oficina de riesgos, ¿quién carajos sabe donde es eso?, ademas yo solo buscaba que me entendiera.

En el amor, ese tema, el mismo de hace seis años, ahora mismo me pregunto si haya otro tipo de historias que haya narrado acá diferentes al amor. Es insolito conocer cuerpos que solo existen para dar amor y esperar retribución, aún lo es más, recibir la esperada retribución y sentir que no es suficiente. Mi mal de amor, me tiene ensordecida.

Tanto habré juzgado a quien me pedía dinero, a quien busca mis emociones para que me apiade de su alma y le regale algun centavo, y hoy soy eso, Im begging!

Con la insolita sensación de quien lo tiene todo y adentro está vacio, o aquel, que lo recibe todo, y no cataliza lo que recibe, me sumo en la sensación del desarraigo, de la huerfandad, del suicidio.

¿Cuántas noches no ha pasado eso por mi cabeza? cuento mis sueños temiendo no cometer una locura en medio de esa rituna. Me los cuento a mi mísma, ¿servirá?
Tantas veces he escuchado el sonoro comentario de "puedes confiar en mí" no hay nadie al rededor, no quiero a nadie, si pudiera encendería el vuelo, cabalgaría sobre un unicornio y me lanzaría entre las profanas nubes.