Emprendo las alas hacia el viaje de la muerte, me resisto a llegar a la tierra, no sé en que lugar caeré ni a donde llegaré, estoy en silencio, bajo el crepúsculo, con ese grito que se hace deleznable con el pasar de los días y se enciende razones cuando recuerdo >el pasado< ¿cuantas de ellas a ese lugar han llegado? ¿Cuantas todo lo han desperdiciado? no carecen de la capacidad, pierden la dirección o simplemente olvidan que existe alguna.... Voy aquí y allá, buscando el lugar, ese abrupto punto de caída que me hará menos volátil con ese sentido efímero del cielo al verme cayendo, lentamente.... me asomo al escurridizo mundo, capaz de dejar pasar tantas y tantas de ellas que cada segundo se hacen reales, partiendo de la excentricidad de aquellos que carecen de la astucia que supondrá... verlos pasar.... Siento en silencio, mientras vacilo por el aire, en esos que me quieren devorar, a ti y a mí.... Temo no ser observada, caer y haber acabado el triste camino sin dejar el rastro de mi pasar, como muchos otros, quizás como todos los demás....No sé donde caeré y ¿acaso es esa la preocupación? No... No lo es, es tan solo el principio de mí pensar continuo y fugaz. No sé donde caeré, soy una pluma a la que la gravedad lentamente asoma al cieno del mundo, me muestra la inútil caída y el doloroso golpe, moriré aplastada por un auto o quizá nadie me vea cuando ya pronto ni pluma sea…. Por eso me resisto a caer….El fangoso suelo me espera, el crepúsculo me avisa cada tarde mientras el viento me lleva aquí y allá sin dirección exacta sin rumbo propio, me avisa que el mundo aun no ve mi llegada… voy resistiendo a la caída, intentando no pasar desapercibida, resistir, esperar, insistir, voy libre y en silencio on mi grito que no habla, con mi voz que aun así en algún momento se apagará y tal vez historia para algunos pueda ser....
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