lunes, 21 de mayo de 2007

Una Noche

Hay un delirio que no me deja dormir, observo con miedo esa mirada que se fue, aquella que parecía aniquilarme con sus letales ojos. Una mirada que enardecida encendió mi ser.
Hay una noche que no logro olvidar, una noche, en la que mis sentidos se helaban por su frívola pasión, una noche que se encapsuló con su tacto, un tacto escueto y sombrío, aquel que congeló mis lagrimas al pasar por el rostro.
Hay una voz que estremeció mi alma, una voz y un grito de infancia. 

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