“ Cuando el cielo sea verde y el sol azul, ese día me querrás, lo sé”
Si, es cierto, ya no me nace escribirte, pero nace la pregunta ¿cuántas veces lo desee? Ya no siento que lo que escriba sea bonito o feo, sí, ya no sé si desee siquiera hablarte, y mis llamadas ¿se hacen frívolas? ¿Cómo no van a serlo? , No, no es odio, jamás te odiaría... quizá sea lastima, lastima de un ser que no sabe amar, que ese temor a verse frágil lo llevó al desprecio de un yo que hoy solo se cura las heridas dejadas por ese látigo incesante que azotaba su cuerpo.
Es cierto, ya no necesito de tus palabras, pero nace la pregunta, ¿cuántas veces quise que solo ese armonioso sonido invistiera mi cuerpo?, sí, ya no necesito de tus besos, que bien no desearte, ¿eres prohibido?, no, no, eres indeseado...
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